Esto te puede ocurrir:
Tu médico te ha detectado una infección y te prescribe un tratamiento con antibiótico.
El mismo médico o tu farmacéutico te recomiendan que tomes probiótico, pero nadie te explica la razón y te gustaría saberlo.
Te lo cuento en este post:
¿QUÉ OCURRE EN TU APARATO DIGESTIVO?
En tu aparato digestivo y, más concretamente, en la pared interior del intestino delgado e intestino grueso tenemos la denominada flora intestinal o microbiota intestinal.
Esta flora intestinal la componen microorganismos como bacterias, virus, hongos; pero ahora nos vamos a centrar solo en las bacterias.
Las bacterias de la flora intestinal viven en nuestro organismo manteniendo una relación de simbiosis, es decir, que tanto las bacterias como nuestro organismo obtienen beneficios:
- El intestino proporciona el nicho para el desarrollo de estos microorganismos.
- Estos microorganismos, en el intestino, proporcionan sustancias que aportan beneficios a nuestro sistema inmune.
Para que la relación de simbiosis funcione, es necesario que las bacterias de la flora intestinal estén en una cantidad y una variedad de especies adecuada. A esto se le denomina el “equilibrio de la flora intestinal”.
Y tenemos que saber que no existen dos floras intestinales iguales. Su composición es diferente entre individuos.
EQUILIBRIO/DESEQUILIBRIO DE LA FLORA INTESTINAL
Cuando el organismo se encuentra en simbiosis se habla de estado saludable. Por el contrario, la ruptura de dicho equilibrio se asocia con enfermedad.
¿CÓMO AFECTAN LOS ANTIBIÓTICOS A LA FLORA INTESTINAL?
Los antibióticos son medicamentos destinados a combatir distintas infecciones (faríngeas, pulmonares, estomacales, etc.) causadas por bacterias.
Pero estos antibióticos, además de eliminar o detener el crecimiento de las bacterias perjudiciales, destruyen parte de las que componen nuestra flora intestinal y, de esta manera, producir un desequilibrio entre las bacterias beneficiosas y las perjudiciales; lo que acabamos de conocer como desequilibrio de la flora intestinal.
El desequilibrio en la flora intestinal puede facilitar la entrada y el crecimiento de microorganismos patógenos que pueden provocar diarrea. De hecho, la diarrea es uno de los efectos adversos más frecuente de estos medicamentos. Generalmente, la diarrea asociada al uso de antibióticos suele aparecer unos días después de empezar a tomar el medicamento y a veces, tras la finalización del tratamiento.
Esta diarrea post-antibiótica es leve y no requiere un tratamiento específico.
Cualquier persona que tome un antibiótico puede desarrollar diarrea post-antibiótica. No obstante, las personas más propensas a sufrir este tipo de diarrea son:
- Las que anteriormente ya han sufrido una diarrea asociada al uso de antibióticos.
- Las que siguen un tratamiento antibiótico durante un periodo de tiempo prolongado.
- Aquellas que están tomando más de un medicamento antibiótico de forma conjunta.
CÓMO EVITAR ESTA DIARREA POST-BIÓTICA CON PROBIÓTICOS
¿QUÉ SON LOS PROBIÓTICOS?
Son microorganismos vivos (bacterias, mayoritariamente) que, cuando se administran en las cantidades adecuadas, tienen efectos beneficiosos sobre la salud.
¿DÓNDE ESTÁN LOS PROBIÓTICOS?
Están presentes en algunos alimentos como el yogur o el kéfir, pero también se pueden encontrar en forma de complementos alimenticios. En general, los probióticos que más se utilizan son bacterias que pertenecen a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium.
FUNCIONES DE LOS PROBIÓTICOS
Entre otras funciones, los probióticos ayudan a mantener una flora intestinal adecuada y previenen el crecimiento de microorganismos nocivos en el tracto intestinal. Por este motivo, los probióticos son útiles para prevenir la diarrea y reducir la gravedad y duración de ésta.
Resultados de diferentes estudios en los que se tomaban probióticos durante tratamientos con antibióticos, sugieren un efecto beneficioso de los probióticos sobre la flora intestinal para la prevención de diarrea asociada a estos medicamentos o incluso la producida por la infección de Clostridium difficile. Cabe tener en cuenta que no todas las especies y cepas de probióticos producen los mismos efectos. Parece ser que los microorganismos con más evidencia para la prevención de la diarrea post-antibiótica son las siguientes: Lactobacillus rhamnosus y Saccharomyces boulardii.
En general, se recomienda dejar pasar un mínimo de dos horas entre la toma del antibiótico y la del probiótico para evitar que el medicamento destruya a las bacterias que contiene el probiótico. En cualquier caso, antes de tomar un probiótico o cualquier otro complemento alimenticio o medicamento, es recomendable consultar con un profesional sanitario que pueda asesorarnos correctamente.